Como todos los grandes cocineros, Óscar Torrijos empezó su andadura trabajando en los fogones de los restaurantes más prestigiosos del momento. Hasta que en el año 1987, decide independizarse.
La experiencia, el trabajo bien hecho y el interés por la innovación le han catapultado hasta las cotas más altas en la restauración valenciana.
El restaurante acaba de volver a su antigua ubicación de la calle Finlandia, con aires renovados. Su carácter hogareño y mediterráneo le imprime a su cocina un gusto tradicional plagado de atrevidas y nuevas sugerencias heredadas de sus constantes viajes y de un estudio detallado de los grandes chefs del mundo.
Así pues es obligado probar el gazpacho Abderramán con bogavante, melón y helado de ajo blanco o la pechuga de pato barberi con foie y carpaccio de higos, nabos confitados y puré de apio.
La carta varia cada temporada.
Además disponen de un menú ejecutivo de mediodía de 25€ sin bebidas y de una tapas deliciosas para poder disfrutarlo en la zona Gastrovibar.